Escribir es una actividad solitaria y desconectada de los otros, y en tiempos de aislamientos - tanto obligados como responsables- eso puede sentirse más solitario que nunca. Pero incluso en las épocas de las anteriores normalidades normales, estas y otras "piscinas de presente" -sin ningún otro asunto que atender ni una permanente multiconexión por default drenando nuestras energías- son cada vez más importantes para no perder el centro y la vitalidad.

Comenzamos las "piscinas de escritura" en mayo del 2020, cuando no estaba tan integrada la práctica de la virtualidad, las clases online, las juntas por Zoom, los coworks a distancia. Incluso a veces me resultaba complicado dar a entender en qué consistía la propuesta, por aquel entonces quincenal. Esta práctica es tan simple y minimalista como una hora de espacio personal (previamente pactado con uno mismo, el entorno y los otros participantes) durante la cual se escribe en silencio, en foco, solo por el placer y el tormento de hacerlo. Cada uno desde su casa pero en la compañía virtual de otras personas, conocidas o desconocidas, que escriben junto a nosotros en una mesa o escritorio de cualquier parte del mundo. No leemos, no comentamos (ahora tendremos en funcionamiento un grupo privado y optativo en La Comuna, mi propia "red social gourmet", para quienes quieran comunicarse antes, después o entre "piscinas" o compartir sus textos y opiniones). Tan solo escribimos, todos a la vez, cada uno en su proyecto personal; igual daré una consigna para quienes precisen inspiración. Dibujantes, pensadores, tejedores, meditadores, autobiografistas, todos son bienvenidos (los requisitos son: inscripción previa, microfono apagado, cámara prendida y nombre a la vista). Un paso a la vez, una hora y otra hora en la piscina de presente... ¿quién sabe hasta dónde podríamos llegar?

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Animate a probar. Solo se entiende desde la experiencia. Como nadar.

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¡Te esperamos en la próxima!

Gabriela Onetto

Si estás listo para tirarte al agua, pasa primero por el vestuario 👇🏻🚿🤽🏻‍♀️

(¡Ah! Y, por cierto, es gratis...)